Las lesiones cerebrales pueden producirse por muchas circunstancias, como traumas en la cabeza, el cerebro o un derrame cerebral. El verdadero incidente que da origen a una lesión puede variar desde acontecimientos comunes como accidentes automovilísticos, caídas o disparos, hasta situaciones menos obvias que pudieran surgir durante el proceso del nacimiento, después de la anestesia usada durante un trabajo dental, o envenenamiento por plomo. Los bebés y los niños jóvenes son los más susceptibles al envenenamiento por plomo porque a menudo ponen sus manos sobre objetos y luego en sus bocas, tales como virutas de pintura que contienen plomo. Sus cuerpos en crecimiento absorben cada vez más plomo, y sus sistemas cerebrales y nerviosos son más sensibles a los efectos perjudiciales del plomo. Si esto no es detectado a tiempo, los niños con altos niveles de plomo pueden sufrir daños al cerebro y al sistema nervioso. El plomo en altos niveles puede causar hinchazón, convulsiones, estado comatoso e incluso la muerte. En niveles bajos, el envenenamiento por plomo se ha asociado a la pérdida del entendimiento y del índice de inteligencia (IQ), inhabilidad de aprendizaje, fracaso académico, problemas de atención (ADHD y ADD), conducta hiperactiva, fracaso escolar y comportamiento antisocial o criminal. El tratar una lesión de cerebro traumática es una situación difícil y complicada. Usted y sus seres queridos merecen respuestas a las preguntas para quienes han sufrido lesiones en la cabeza. Con Brady & Goldberg, abogados de lesiones personales en Nueva York y Connecticut, usted encontrará la información necesaria para conocer y exigir sus derechos, con una llamada al (800) 441 5995.